viernes, 30 de agosto de 2024

                                                      






                  PERLARIO BÍBLICO

DE LOS

FOGONES DE

CRISTO

 

Misterios de alegría cristiana


         ©2024, Pablo D. Salinas 

          Todos los derechos reservados



ORACIÓN

El orante se signa la cruz en la frente, en los labios y en el pecho:

 

+Por el signo de la cruz, (Ezequiel 9, 4)

(Gálatas 6, 17)

 

+de nuestros enemigos,

 

+libranos, Jesús, Dios nuestro. (1 Corintios 1, 18)

 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28, 19). Amén

 

 

Si se reza por la mañana:

 

V. Señor, abrime los labios (Salmo 51, 17)

R. Y mi boca va a proclamar tus alabanzas (Salmo 51, 17)

 

V. Gloria[i] al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)

R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8), por los siglos de los siglos. Amén

 

 

Si se reza por la tarde:

V. Dios mío, vení en mi auxilio (Salmo 70, 2)

R. Señor, date prisa en socorrerme (Salmo 70, 2)

 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)

R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8), por los siglos de los siglos. Amén.

 

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO[ii]

 

Vení, Espíritu Santo, inflamá los corazones de tus creaturas y encendé en ellos el fuego de tu amor (1 Corintios 3,16).

 

V. Enviá, Señor, tu Espíritu y todo va a ser creado, (Salmos 104,30)

R. y vas a renovar la faz de la tierra (Salmos 104,30)

 

Oremos:

Oh Dios,

que inflamaste los corazones de tus hijos

con la ciencia del Espíritu Santo,

hacé que guiados por tu mismo Espíritu,

saboreemos la dulzura del bien

y gocemos siempre de tus divinos consuelos.

Por Cristo, Señor Nuestro, Amén.

 

 

ACTO DE ARREPENTIMIENTO

 

Salmo 50

 

V. Perdoname, Padre, por tu amor,

conforme a tu misericordia

R. borrá la multitud de mis transgresiones, lavá mi pecado, limpiame de mi maldad.

 

V. Yo reconozco mis transgresiones,

mi pecado está delante de mí:

R. hice a tus ojos lo que es malo, contra vos, contra el bien me rebelé, hice lo que no te agrada.

 

V. tu palabra es irreprochable,

y me evaluás con justicia.

R. Mirá que nací en el yerro, fui concebido en la iniquidad.

 

V. Me enseñás tu sabiduría en lo secreto,

en lo más íntimo me mostrás tu verdad.

R. Pero si me lavás, voy a quedar limpio;

purificame con el hisopo y voy a quedar blanco como la nieve.

 

R. Me vas a hacer oír la alegría y el deleite,

que bailen los huesos que moliste,

R. que tus ojos no estén sobre mis pecados,

borrá en mí toda iniquidad.

 

V. Dame un corazón renovado,

que en mi interior tenga un espíritu firme

R. no me eches de tu presencia,

no me quites tu espíritu santo.

 

V. Dame otra vez la alegría de la salvación,

que tu voluntad me sostenga

R. Voy a enseñar tus caminos a los transgresores para que todos vuelvan a vos.

 

V. Librame de la sangre del inocente

Dios de mi salvación,

y voy a cantar tu justicia.

R. Señor, abrime los labios

y mi boca va a cantar siempre tu bondad.

 

V. No te gustan los sacrificios,

si te ofreciera un animal muerto, lo rechazarías.

R. Yo te ofrezco un espíritu rendido, porque vos no rechazás el corazón humilde.

 

V. Porque sos bueno, vas a auxiliar a Sión,

vas a hacer una nueva Jerusalén

R. Solo así vas a recibir las ofrendas. Sobre tu altar se inmolará un cordero.

 

 

PETICIONES


+ Te pedimos, Señor, por nuestros corazones, para que la sombra de la tristeza y el odio no nublen la alegría de tu Espíritu en nosotros.

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Señor, por nuestras casas, nuestras familias, para que nos mantengas en la unidad y el amor, la tolerancia y el perdón.

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Jesús, por nuestro barrio, que tu mano poderosa nos libre de la violencia, de las drogas a nuestros jóvenes y que podamos vivir vidas cristianas en la alegría de tu amor.

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Señor, por los fogones de Cristo y por los fogoneros que encienden el fuego de tu gracia en los hogares. Que se multiplique el fuego de tu Palabra en todo lugar que se necesite.

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Señor, por los pastores que cuidan de tu pueblo en todo el mundo. Por todas las iglesias: por nuestra iglesia y por las iglesias católicas emergentes, particulares y nacionales, por la iglesia católica romana y católicas orientales, y por las iglesias evangélicas y protestantes. Bendecilas y multiplicalas. 

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Señor,  por los sacerdotes, los religiosos y religiosas y todas las almas que se consagran a tu amor. Te pedimos que engendres vocaciones ministeriales en nuestros fogones de Cristo para que seamos, como dice la escritura, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Señor, que tu espíritu nos empuje al desierto y a la noche a compartir el fuego de tu amor, tu luz y tu calor.

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Señor,  por las almas de nuestros difuntos

-Te lo pedimos, Jesús.


+ Te pedimos, Señor,  por los presos, por los enfermos del alma y del cuerpo, por los que no tienen trabajo, por nuestra patria.

-Te lo pedimos, Jesús.


Se pueden añadir intenciones libres.


+ Te pedimos, Señor, por todas las intenciones de nuestro corazón acordes a tu Voluntad.

-Te lo pedimos, Jesús.

 

V: Corazón de Jesús, fuente de luz y santidad

R: Danos tu gracia para meditar los misterios de tu vida.


 

MISTERIOS DE ALEGRÍA CRISTIANA


 



Primer misterio de alegría cristiana: El gran mensaje del ángel a María

Lucas 1, 26-38

El ángel Gabriel se presenta ante la Virgen María y le anuncia que fue elegida para ser la madre del Salvador. La luz del mundo llega necesitando un leño bien dispuesto para encender el fuego: María, leñita humilde, acepta la voluntad de Dios. Ella será como la zarza del Horeb que arde sin consumirse. Por este misterio pidamos al Señor estar siempre dispuestos a cumplir su proyecto en nosotros.

 

V: Padre nuestro que estás en el cielo, 

que sea santificado tu nombre; 

que venga a nosotros tu reino; 

que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.


R: Danos hoy el pan cotidiano; 

perdoná nuestras ofensas, 

en la medida en la que nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 

no nos dejes caer en la tentación, 

y libranos de todo mal, 

porque tuyo es el reino, 

el poder y la gloria por siempre Señor. Amén. (Mateo 6, 9-13)


  +

 En el mes judío de Amidá, fue enviado desde el cielo como emisario un ángel de nombre Gabriel a Nazareth, ciudad de Galilea, a una doncella virgen que estaba  recién casada con José, de la tribu de Judá, descendiente del rey David. (Lucas 1, 26)


V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

El nombre de la Virgen de Israel era María (Lucas 1, 27)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.[iii]
 










+

Gabriel entró en la casa de la Virgen y la saludó diciendo: ¡Saltá de alegría, Llena de gracia! el Señor está con vos.  (Lucas 1, 28)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén

 

  +

Al escuchar esto, María tuvo gran desconcierto y trataba de comprender qué significaba este saludo. (Lucas 1, 29)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+


Sin embargo, el mensajero le dijo: No tengas miedo, María, porque tenés el favor de Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo, y lo vas a llamar Jesús, que significa “Dios salva”. Va a ser muy grande y lo van a llamar Hijo del Altísimo. (Lucas 1, 30-32)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

María le respondió: ¿Cómo puede ser esto, si yo no pienso tener relaciones con ningún hombre? (Lucas 1, 34) (1 Reyes 1, 1-4)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

El ángel le respondió: El Espíritu Santo va a venir sobre vos y la sombra de su poder te va a cubrir por completo. Así tu hijo va a ser santo y lo van a llamar Hijo de Dios. (Lucas 1, 35)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Mirá a tu prima Isabel: ya anciana engendró un hijo, y aunque es estéril, ya está en el sexto mes de embarazo. (Lucas 1, 36)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Porque Dios no conoce imposibles. (Lucas 1, 37)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

María respondió: Mirá, yo soy la esclava del Señor. Que se cumpla en mí tu palabra. (Lucas 1, 38)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 

 

 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)


R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8), por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

BENDICIÓN SACERDOTAL

“Que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre vos, y te acompañe su gracia, te mire con su bondad y te conceda la paz. (Números 6, 24-26)






Segundo misterio de alegría cristiana: María transmite el Espíritu Santo a Isabel. Lucas 1, 39-49

Pocos días después de la anunciación, la Virgen María emprende un largo y difícil viaje subiendo la montaña para visitar a su prima Isabel, que estaba embarazada siendo estéril. María comunica el Espíritu Santo a quienes visita porque ella se ha unido íntimamente al Señor. Por este misterio le pedimos al Señor imitar a María y acercarnos a los hermanos que lo necesitan y creer en lo imposible al hombre que siempre le es posible a Dios. Pidámosle al Señor que nos libre de nuestros prejuicios e incredulidades. Que Dios nos ayude a darle a los demás lo mejor que tenemos, la alegría y el gozo de Dios.

 

V: Padre nuestro que estás en el cielo, 

que sea santificado tu nombre; 

que venga a nosotros tu reino; 

que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.


R: Danos hoy el pan cotidiano; 

perdoná nuestras ofensas, 

en la medida en la que nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 

no nos dejes caer en la tentación, 

y libranos de todo mal, 

porque tuyo es el reino, 

el poder y la gloria por siempre Señor. Amén. (Mateo 6, 9-13)


 

+

María salió entonces rápidamente al cerro, a un barrio de Judá. (Lucas 1, 39)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Llegó a la casa de Zacarías, sacerdote de la octava clase, la de Abías, y saludó a su prima Isabel. (Lucas 1, 40)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

En cuanto la voz de la Virgen llegó a sus oídos, Isabel quedó llena del Espíritu Santo y el niño que tenía en su vientre retozó jubiloso. (Lucas 1, 41)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

Y así, llena del Espíritu Santo, Isabel exclamó a gran voz: ¡Vos sos bendita entre todas las mujeres, y también es bendito el fruto de tu vientre!” (Lucas 1, 41-42)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

¿Por qué se me da a mí este privilegio, que la misma madre del Señor venga a visitarme? (Lucas 1, 43)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

Porque ni bien el sonido de tu voz llegó a mis oídos, el bebé exultó de alegría dentro de mí. (Lucas 1, 44)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Sos bendita por haber creído. Ahora se van a hacer realidad los anuncios que te hizo el Señor. (Lucas 1, 45)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

La Virgen dijo entonces: Canto con toda mi alma la inmensidad del Señor (Lucas 1, 46)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+


y  mi espíritu desborda de alegría en Dios, mi liberador, porque puso sus ojos sobre la pobreza de su esclava, (Lucas 1, 47-48)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

ahora me van a llamar Bienaventurada de generación en generación porque el  Todopoderoso hizo en mí portentos (Lucas 1, 48-49)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 

 


 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)


R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8 ), por los siglos de los siglos. Amén.

 

BENDICIÓN SACERDOTAL

“Que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre vos, y te acompañe su gracia, te mire con su bondad y te conceda la paz.” (Números 6, 24-26)




Tercer misterio de alegría cristiana: Jesús nace en la pobreza Lucas 1, 39-49

Estando María y José en Belén, le llegó el tiempo de dar a luz al Señor, pero no habiendo lugar en ningún sitio, parió en un pesebre. Por este misterio pidámosle a Dios alumbrar nosotros su gracia en nuestro corazón y sabiendo que el rey de reyes nació en un establo y no tenía dónde recostar la cabeza, valorar las cosas simples y no dejarnos seducir o preocupar por las vanidades de este mundo.

 

V: Padre nuestro que estás en el cielo, 

que sea santificado tu nombre; 

que venga a nosotros tu reino; 

que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.


R: Danos hoy el pan cotidiano; 

perdoná nuestras ofensas, 

en la medida en la que nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 

no nos dejes caer en la tentación, 

y libranos de todo mal, 

porque tuyo es el reino, 

el poder y la gloria por siempre Señor. Amén. (Mateo 6, 9-13)

 


+

Entonces José salió de Nazareth camino a la insignificante Belén, que en otra época había sido el pueblito en el que nació el Rey David, para empadronarse junto con María como esposos. Ella estaba embarazada.  (Lucas 2, 4-5)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Entonces se cumplió en ella el tiempo de parir. Y dio a luz un hijo varón, el primogénito, lo abrigó con algunas telas y lo acomodó dentro de un establo, en el comedero de animales,   porque no habían conseguido un lugar en el albergue. (Lucas 2, 6-7)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 



+

En esa zona muchos cuidadores de ovejas vivían a campo abierto turnándose en guardias nocturnas para cuidar sus rebaños. Y he aquí un portento: se les apareció un mensajero celestial de parte de Dios, y la gloria luminosa del Señor destelló rodéandolos de luz, y tuvieron un temor inenarrable. (Lucas 2, 8-9)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 



+

pero el mensajero les dijo: no hay nada que temer: lo que les traigo es un mensaje del bien, una noticia de santa alegría para todos: hoy, en este barrio del rey David, nació un libertador ungido, el Señor. (Lucas 2, 10-11)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

Y la señal para encontrarlo es esta: van a ver a un bebé envuelto en telas y acostado en un comedero de animales. (Lucas 2, 12)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Cuando los ángeles se fueron, los pastores se decidieron diciendo “Vamos al barrio a ver estas cosas dichas por el Señor” (Lucas 2, 15)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Entonces, yendo apurados, llegaron al establo y vieron ahí a María y a José con el bebé acostado en el comedero de animales. (Lucas 2, 16)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Cuando vieron a la criatura, les contaron las cosas que habían oído acerca de él y todos los que estaban ahí reunidos se maravillaban del testimonio de los cuidadores de ovejas. (Lucas 2, 17-18)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

En tanto, la Virgen, guardaba una a una estas cosas meditándolas y razonándolas en su corazón. (Lucas 2, 19)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Luego, los cuidadores de ovejas volvieron a sus trabajos cantando y exultando a Dios por las grandes cosas que el Señor había hecho y que les había anunciado. (Lucas 2, 20)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)

R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8 ), por los siglos de los siglos. Amén.

 

BENDICIÓN SACERDOTAL

“Que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre vos, y te acompañe su gracia, te mire con su bondad y te conceda la paz.” (Números 6, 24-26)






Cuarto misterio de alegría cristiana: La entrega de Jesús al Señor Lucas 2, 22-40

Obedeciendo a las leyes de su pueblo, María y José llevan al niño Jesús al templo de Jerusalén para presentarlo al Señor. Te pedimos, Señor, que podamos consagrar nuestra vida a vos para que tu nombre sea escrito sobre nosotros y podamos llevar tu luz a todos los corazones.

 

V: Padre nuestro que estás en el cielo, 

que sea santificado tu nombre; 

que venga a nosotros tu reino; 

que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.


R: Danos hoy el pan cotidiano; 

perdoná nuestras ofensas, 

en la medida en la que nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 

no nos dejes caer en la tentación, 

y libranos de todo mal, 

porque tuyo es el reino, 

el poder y la gloria por siempre Señor. Amén. (Mateo 6, 9-13)

 


+

En el día en que, según la Ley de Moisés, María debía presentar la ofrenda de purificación, fueron a Jerusalén con el niño ya de cuarenta días para presentarlo al Señor. (Lucas 2, 22)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 

       +

Porque en la Ley está escrito que todo primer hijo varón debe ser apartado, consagrado, entregado  para el Señor. También llevaban una ofrenda de dos palomas, que era lo que la ley decía para los que no tenían dinero para un carnero.  (Lucas 2, 23) (Levítico 12, 8)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 

 


+

Ahí, en Jerusalén, estaba el justo y piadoso Simeón, que esperaba la liberación de Israel. Vivía en el Espíritu Santo que le había revelado que antes de morir vería al elegido de Dios.   (Lucas 2, 25-26)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

y tomado por el Espíritu Santo, fue al templo y entrando vio a los padres del niñito Jesús que estaban allí para cumplir la Ley escrita. Y Simeón alzó a upa al niño abrazándolo.  (Lucas 2, 27-28)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

y bendijo a Dios diciendo: ahora, Señor, podés dejar morir en paz a tu esclavo según tu promesa, porque vi con mis propios ojos al Mesías que estableciste para liberarnos a todos. (Lucas 2, 28-32)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Y María y José se maravillaban cada vez más de todo lo que se decía del niño. (Lucas 2, 33)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Entonces, el profeta Simeón los bendijo y dijo estas palabras: “Esta criatura está puesta para la caída de unos y para el levantamiento de otros. Por esta señal se hablará mucho en contra de él.   (Lucas 2, 33)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

y a vos, María, una larga espada te traspasará el alma. Así va a ser descubierto lo más oculto de cada corazón. (Lucas 2, 35)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Estaba en aquel mismo lugar Ana, la hija de Fanuel. Ella era de la tribu de Aser y era profeta. Era anciana y viuda, y había vivido con su esposo siete años. Y se puso a dar gracias a Dios por el niño hablando sobre él a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. (Lucas 2, 36. 38)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

Una vez que cumplieron las prescripciones de la Ley, volvieron directamente a Nazareth. (Lucas 2, 39)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.

R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)

R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8 ), por los siglos de los siglos. Amén.

 

BENDICIÓN SACERDOTAL

“Que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre vos, y te acompañe su gracia, te mire con su bondad y te conceda la paz.” (Números 6, 24-26)

 



Quinto misterio de alegría cristiana: Jesús madura y descubre que es el Hijo de Dios Lucas 2, 41-52

Jesús se perdió de la caravana. Tiene doce años. Durante tres días de peregrinación por el desierto, María y José lo buscan sin descanso. Finalmente lo encuentran predicando en el templo de Jerusalén. Jesús, al cuidado de María y José es un niño más, pero a medida que crece, se da cuenta de quién es él, `por eso asume prematuramente la distancia de su familia terrenal y la cercanía a su Padre celestial. Por este misterio, Señor, te pedimos no desesperar ante los eclipses en nuestro espíritu o en nuestro corazón y saber discernir los tiempos de Dios para cada cosa.

 

V: Padre nuestro que estás en el cielo, 

que sea santificado tu nombre; 

que venga a nosotros tu reino; 

que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.


R: Danos hoy el pan cotidiano; 

perdoná nuestras ofensas, 

en la medida en la que nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 

no nos dejes caer en la tentación, 

y libranos de todo mal, 

porque tuyo es el reino, 

el poder y la gloria por siempre Señor. Amén. (Mateo 6, 9-13)



+

María y José tenían por tradición peregrinar de año en año a Jerusalén para celebrar allí la Pascua judía. Cuando Jesús tuvo doce años, se fueron a Jerusalén como lo hacían siempre. (Lucas 2, 41-42)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

cuando terminaron los festejos, tomaron sus cosas y regresaron a su casa con su parentela. Jesús se había quedado en Jerusalén sin que sus padres lo supieran. (Lucas 2, 43)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

Confiados en que Jesús estaba en la caravana, caminaron un día entero. Fue después de esto que preguntándole a los parientes, lo empezaron a buscar. (Lucas 2, 44)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Como no lo encontraron, volvieron sus pasos a Jerusalén  para buscarlo allí. (Lucas 2, 45)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

 Después de tres días de búsqueda, lo encontraron sentado en el templo en medio de los maestros, oyéndolos y haciéndoles preguntas. Y todos quedaban anonadados por la inteligencia del niño y por las respuestas que les daba. (Lucas 2, 46-47)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

María y José, al ver esto, quedaron atónitos. María le dijo a Jesús: “Hijo querido, ¿por qué nos trataste de este modo? Tu padre y yo estábamos muy angustiados buscándote por todos lados. (Lucas 2, 48)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

Jesús, ante esto, les dijo: “¿Y por qué me buscaban? ¿Cómo? ¿Acaso no saben ya ustedes que yo tengo que estar ocupado en las cosas de mi Padre?” (Lucas 2, 49)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

Pero ellos no comprendieron lo que él les quería decir. El joven Jesús volvió a Nazareth con ellos y siguió viviendo en obediencia. (Lucas 2, 50-51)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.



+

María, su madre, guardaba una a una todas estas cosas en su corazón. (Lucas 2, 51)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


+

    Y Jesús crecía sobresalientemente en sabiduría mental, en  salud corporal y en la         gracia espiritual de Dios y de los hombres.  (Lucas 2, 52)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 


 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)

R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8 ), por los siglos de los siglos. Amén.

 

BENDICIÓN SACERDOTAL

“Que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre vos, y te acompañe su gracia, te mire con su bondad y te conceda la paz.” (Números 6, 24-26)

 

 

 

REZO DE LA SALVE[iv]

Alegrate,

Reina y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra.

Alegrate.

A vos clamamos los desterrados hijos de Eva,

a vos suspiramos, gimiendo y llorando en este desierto. Ea, pues, Señora, abogada nuestra,

volvé a nosotros

esos tus ojos misericordiosos,

y después de este destierro,

mostranos a Jesús,

fruto bendito de tu vientre.

Oh, clementísima,

oh piadosa,

oh dulce Virgen María.

 

OREMOS: Dios nuestro, tu Hijo nos dio la salvación eterna con su vida, muerte y resurrección. Te pedimos que por meditar en estos misterios del perlario bíblico podamos ser parte de la historia sagrada siguiendo los pasos de Jesús y de María. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

 

Rezamos un Padrenuestro por los pastores que cuidan del pueblo de Dios.

 

V: Padre nuestro que estás en el cielo, 

que sea santificado tu nombre; 

que venga a nosotros tu reino; 

que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.


R: Danos hoy el pan cotidiano; 

perdoná nuestras ofensas, 

en la medida en la que nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 

no nos dejes caer en la tentación, 

y libranos de todo mal, 

porque tuyo es el reino, 

el poder y la gloria por siempre Señor. Amén. (Mateo 6, 9-13)

 



EL ÁNGELUS[v]

 


+

V. El ángel del Señor le anunció a María (Lucas 1, 26, 27)

R. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo (Lucas 1, 35)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 

 +

V. Yo soy la esclava del Señor (Lucas 1, 38)

R. Que se haga en mí según tu palabra (Lucas 1, 38)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 



+ 

V. El Verbo de Dios se hizo carne (Juan 1, 14)

R. Y habitó entre nosotros (Juan 1, 14)

V: Alegrate, Llena de Gracia, el Señor está con vos. (Lucas 1, 28)  Sos bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Lucas 1, 42), Jesús.


R: Santa María (Lucas 1, 28), Madre de Dios (Lucas 1, 43), rogá por nosotros (Juan 2, 1-5), pecadores (1°Juan 1, 8-10), ahora y en la hora de nuestra muerte (Juan 19, 25-27). Amén.

 

 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)

R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8 ), por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración:

Infundí, Señor,

tu  gracia en nuestras almas,

para que los que creímos en la encarnación de tu Hijo y Señor nuestro,

Jesucristo,

anunciada por el ángel,

alcancemos por los merecimientos de su pasión y muerte, la gloria de la resurrección. Amén.

 

 

CÁNTICO EVANGÉLICO[vi]

 

Antífona. ¿Quién es esta que asciende al cielo como la aurora, hermosa como la luna, revestida de sol, imponente como un ejército listo para la batalla?  (Cantar de los Cantares 6, 10)

 

Canto con toda mi alma la inmensidad del Señor y rebalsa de alegría mi espíritu en Dios, mi liberador, porque puso sus ojos sobre la pobreza de su esclava, (Lucas 1, 47-48)

 

Antífona. ¿Quién es esta que asciende al cielo como la aurora, hermosa como la luna, revestida de sol, imponente como un ejército listo para la batalla? (Cantar de los Cantares 6, 10)

 

Ahora me van a llamar Bienaventurada de generación en generación porque el  Todopoderoso hizo en mí portentos, su nombre es Santo, y su misericordia llega a sus hijos para siempre.

 (Lucas 1, 48-50)

 

Antífona. ¿Quién es esta que asciende al cielo como la aurora, hermosa como la luna, revestida de sol, imponente como un ejército listo para la batalla? (Cantar de los Cantares 6, 10)

 

Ejerció la fuerza de su brazo. Esparció a los de corazón altanero, a los poderosos los hizo caer de sus tronos y a los humildes los elevó con dignidades. Llenó de bendiciones a los que tenían hambre y a los ricos los echó vacíos. (Lucas 1, 51-53)

 

Antífona. ¿Quién es esta que asciende al cielo como la aurora, hermosa como la luna, revestida de sol, imponente como un ejército listo para la batalla? (Cantar de los Cantares 6, 10)

 

Fue la ayuda de Israel, su siervo, no olvidándose de su misericordia tal como lo prometió a nuestros ancestros: por los méritos de Abraham y su descendencia de edad en edad.

(Lucas 1, 54-55)

 

Antífona. ¿Quién es esta que asciende al cielo como la aurora, hermosa como la luna, revestida de sol, imponente como un ejército listo para la batalla? (Cantar de los Cantares 6, 10)

 

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo (1 Juan 5, 7)

R. Como era en el principio, ahora y siempre (Apocalipsis 1, 8 ), por los siglos de los siglos. Amén.

 

Antífona. ¿Quién es esta que asciende al cielo como la aurora, hermosa como la luna, revestida de sol, imponente como un ejército listo para la batalla? (Cantar de los Cantares 6, 10)

(paráfrasis nuestra: [1997: 150, Concilium Legionis Mariae])

 

 

 

LETANÍAS

DE LOS

FOGONEROS DE CRISTO[vii]

 

V. María, hija de Dios Padre (Romanos 8, 14)

R. Rogá con nosotros.


V. María, madre de Dios Hijo, (Juan 1, 1) (Lucas 1, 43)

R. Rogá con nosotros.


V. María, esposa de Dios Espíritu Santo (Lucas 1, 35)

R. Rogá con nosotros.


V. Llena de Gracia (Lucas 1, 28)

R. Rogá con nosotros.


V. Virgen elegida (Lucas 1, 30)

R. Rogá con nosotros.


V. Doncella prometida (Miqueas 5, 3)

R. Rogá con nosotros.


V. Doncella profetizada (Isaías 7, 14)

R. Rogá con nosotros.


V. Virgen de Israel (Sofonías 3, 14)

R. Rogá con nosotros.


V. Signo de los profetas (Zacarías 2, 14)

R. Rogá con nosotros.


V. Signo del Pueblo de Dios (Apocalipsis 12, 5)

R. Rogá con nosotros.

 


V. Vencedora del pecado (Génesis 3, 15) (Apocalipsis 12, 1)

R. Rogá con nosotros.


V. Jardín cerrado (Cantar de los cantares 4, 12)

R. Rogá con nosotros.


V. Manantial bien guardado (Cantar de los cantares 4, 12)

R. Rogá con nosotros.


V. Paloma perfecta (Cantar de los cantares 6, 9)

R. Rogá por nosotros.


V. Vencedora de la serpiente (Génesis 3, 15)

R. Rogá por nosotros.

 

V. Mujer ungida de Espíritu Santo (Lucas 1, 44)

R. Rogá con nosotros.


V. Esclava del Señor (Lucas 1, 38)

R. Rogá con nosotros.


V. Zarza ardiente (Éxodo 3, 2) (Lucas 1, 49)

R. Rogá con nosotros.


V. Cofre del Evangelio (Lucas 2, 19)

R. Rogá con nosotros.


V. Primera cristiana (Lucas 1, 45)

R. Rogá con nosotros.


V. Modelo de la fe (Lucas 1, 48)

R. Rogá con nosotros.


V. Servidora humilde (Lucas 1, 39)

R. Rogá con nosotros.


V. Vehículo de la Gracia  (Lucas 1, 44)

R. Rogá con nosotros.


V. Testimonio de las maravillas de Dios (Lucas 1, 49)

R. Rogá con nosotros.


V. María solícita (Lucas 1, 39)

R. Rogá con nosotros.


V. María prudente

R. Rogá con nosotros.


V. Mujer de la alegría perpetua

R. Rogá con nosotros.


V. Modelo de oración (Lucas 1, 46)

R. Rogá con nosotros.


V. Modelo de los peregrinos (Lucas 1, 39)

R. Rogá con nosotros.


V. Modelo de acción cristiana (Lucas 1, 39)

R. Rogá con nosotros.


V. Evangelio viviente (Lucas 1, 46)

R. Rogá con nosotros


V. Por siempre bienaventurada (Lucas 1, 48)

R. Rogá con nosotros.


V. Predicadora insigne (Lucas 1, 46)

R. Rogá con nosotros.

 

V. Invitada principal (Juan 2, 1)

R. Rogá con nosotros.


V. Intercesora infalible (Juan 2, 3)

R. Rogá con nosotros.


V. Auxilio de los peregrinos (Marcos 3, 31)

R. Rogá con nosotros.


V. Consuelo de los exiliados (Juan 2, 1)

R. Rogá con nosotros.

    V. Pastora de los perdidos (Marcos 3, 21)

R. Rogá con nosotros.

 

V. Madre de los cristianos (Juan 19, 26)

R. Rogá con nosotros.


V. Nueva Eva (Génesis 3, 20) (Juan 19, 26)

R. Rogá con nosotros.


V. Mujer sufriente (Lucas 2, 35)

R. Rogá con nosotros.

 

V. Virgen predestinada (Romanos 8, 30)

R. Rogá con nosotros.


V. Virgen Justificada (Romanos 8, 30)

R. Rogá con nosotros.


V. Virgen Glorificada (Romanos 8, 30)

R. Rogá con nosotros.

 

V. Poderosa guerrera (Romanos 8, 30)

R. Rogá con nosotros.


V. Ejército terrible (Cantares 6, 10)  (Apocalipsis 12, 17)

R. Rogá con nosotros.


V. Mujer apocalíptica (Apocalipsis 12)

R. Rogá con nosotros.


V. Mujer vestida de sol (Apocalipsis 12,1)

R. Rogá con nosotros.


V. Mujer coronada de doce estrellas (Apocalipsis 12, 1)

R. Rogá con nosotros.

 

V. Oradora eficaz de los cenáculos (Hechos 1, 14)

R. Rogá con nosotros


V. Fogonera de Cristo (Lucas 1, 41)

R. Rogá con nosotros

 

V. María Peregrina (Mateo 2, 14), (Lucas 2, 41), (Lucas 1, 39)

R. Rogá con nosotros

 

V. Santos Arcángeles. (Apocalipsis 12, 7) (Lucas 1, 26) (Tobías 12, 15)

R. Rueguen con nosotros.


V. Todas los santos del cielo y de la tierra (Apocalipsis 5, 8)

R. Rueguen con nosotros.

 

V. San Carlos Duarte Costa

R. Rogá por nosotros.

 

 

ORACIÓN FINAL[viii]

Señor,

danos a los que peregrinamos

en este exilio del mundo

hacia la patria verdadera,

a quienes caminamos bajo el signo de la cruz

y de la maternidad de María,

la fuerza de resurrección

que hemos recibido en el bautismo.

 

Que por esta oración y por tu promesa

tengamos una fe tal

que guiada por el amor,

nos inflame de tu santidad y de valentía

para realizar todas nuestras obras

con los ojos puestos en vos y en María,

a quien nos diste por madre en la cruz;

 

una fe cimentada en la roca inamovible de tu nombre

por la cual la llama de la alegría no sea extinguida

por las cruces, desafíos y frustraciones del mundo;

 

una fe mosaica que nos permita cruzar el Mar Rojo hacia la tierra prometida,

una fe abrahámica por la que caminemos como viendo al invisible,

una fe atrevida como la de Rahab,

prudente como la de Job,

real como la del Cohelet;

una fe que sea la luz de nuestro  fogón,

que nos conserve en la unidad,

que encienda en todas partes la llama de tu amor,

que ilumine los valles de sombra y de muerte,

que sane a los enfermos,

que libere a los cautivos,

que resucite a los muertos,

que enseñe a los necios,

que socorra a la viuda y al huérfano,

que celebre tu misterio y te reconozca en el pan,

que proclame tu palabra,

que te alabe en las terrazas,

que fortalezca a los débiles,

y que construya tu reino de amor, de justicia y de paz, para que terminada nuestra peregrinación en este mundo, lleguemos a los atrios de tu casa como hermanos

y como hijos victoriosos de María.

(paráfrasis nuestra: [1997: 155, Concilium Legionis Mariae])

 

R. Amén.

 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28, 19). Amén

 

INTRODUCCIÓN: 

    Todo (buen) cristiano es un caminante, un peregrino. Es que nuestro Dios es un Dios del desierto, de tiendas (Èxodo 33, 7), un Dios que camina junto a su pueblo, un Dios itinerante:

 

“Yo nunca tuve templo desde que liberé a Israel de Egipto hasta ahora. En vez de eso, estuve entre ustedes entre lonas y carpas”   (1 Crónicas 17, 5)

 

Este Dios acompaña a sus hijos como un pastor a sus ovejas (Salmo 78, 52-53) cuidándolos de día y de noche:

 

“Cuando se erigió la carpa de Dios, una nube la cubrió. Por la tarde tenía la apariencia de un fuego hasta el amanecer en que volvía a aparecer una nube. Y cuando la nube se levantaba, el pueblo se ponía en marcha” Números 9, 15-23

 

     Vale la pena recuperar, revalorizar esta verdad: Dios no habita en templos hechos por manos humanas (Hechos 17, 24) y cualquier tentativa de encerrarlo en un recinto sagrado es en todos los casos la iniciativa interesada de una casta sacerdotal.

     El reino de Israel no duró mucho tiempo. Fue dividido y luego conquistado y deportado. Claro que Israel vio esto como algo negativo. Cuando Jesús apareció en escena, sus compatriotas esperaban todavía la posibilidad de recuperar ese reino terrestre. Pero el Señor vendría a enseñarles que ese reino terrestre nunca fue la verdadera meta. Ya desde su nacimiento, Jesús tuvo que huir de su tierra y refugiarse en el Egipto politeísta. Durante toda su juventud peregrinó a Jerusalén para las fiestas religiosas. Al comenzar su ministerio, se radicó en el desierto por una temporada y luego habitó de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo estableciendo una distancia del mundo humano: no se establece en un hogar, no conforma una familia, al no ejerce una profesión ni adquiere bienes, no aspira a un cargo de poder (Marcos 10, 45) ni a un cargo en el sistema religioso. De hecho, hay una negación de la vida (tal como la [mal] conocemos) al afirmar que no vino a vivirla y a gozarla sino a entregarla.

Él, que nos muestra un camino, dice que en este mundo natural todo está en su lugar: las zorras tienen guaridas y las aves tienen nidos. Este es el orden natural. Pero él, el Señor, no tiene un lugar propio donde descansar.

     Luego, sus discípulos, siguen su ejemplo y camina desposeídos de todo por el mundo. Los primeros cristianos, incluso, venden todas sus propiedades y las ponen en común.

     Y aunque los tiempos cambiaron, y aunque no debamos deshacernos de los bienes materiales, sí es cierto que debemos deshacernos de todo lo que se interpone entre Dios y nosotros, entre los hermanos y nosotros.

     Como caminantes, peregrinos hacia la patria futura, caminamos sin bolsa, ni alforja ni calzado de más, sin programa más que el mismo caminar. Nada que haga peso u obstáculo debe acompañarnos porque viviremos de toda palabra que sale de la boca de Dios. Esa Palabra nos alimenta, nos guía, nos transforma, nos acerca más al corazón de Dios, es peldaño, escalera jacobina que nos habla por medio de las Escrituras.

     La lectura y la meditación de las escrituras, la lectura orada, es un camino. Nosotros caminamos, avanzamos con el auxilio del Espíritu Santo. No nos quedamos en la adoración perpetua de un diálogo ajeno, hermoso pero ajeno, pretérito… el vino nuevo necesita odres nuevos, caminos nuevos, porque la Palabra de Dios es siempre creadora. Dios no quiere un museo de lecturas de ayer sino relecturas valientes, llenas de oración y compromiso real con el otro en el amor.

     Esta lectura del camino es oración, diálogo, y se nos hace carne a medida que la meditamos, la compartimos, la proclamamos, la cantamos y nos la apropiamos. Es fogata para estar solo o en compañía, calor para los peregrinos cansados, heridos o agradecidos.

     Esa Palabra debe ser nuestro alimento de cada día y es por eso que siempre la meditamos (Lucas 2, 19) en toda su extensión. Pero es cierto que hay pasajes bíblicos que son de mayor significancia que otros: los núcleos de la Historia de la Salvación. Esos núcleos son, para nosotros, prefiguraciones del Reino de Dios, destellos de luz del que es la luz, un brillo y valor comparado por el mismo Jesús a una perla preciosa (Mateo 13, 45-46).

     En las grandes tradiciones del cristianismo se ha practicado por siglos un tipo de oración que contempla algunos de los puntos más visibles de la historia salvífica con el rezo del rosario.

     En estas páginas se encontrará el orante con un pasaje, un salto cualitativo del rosario tradicional (centrado en misterios fijos y oraciones repetitivas) al  perlario, un conjunto de perlas (bíblicas) que enjoyan la historia sagrada y que son una y otra vez testimonio de la Perla de gran precio que es el Reino de Dios (Mateo 13, 46): eso es lo que el cristiano del desierto, el peregrino de Dios, de un Dios peregrino como él, se encuentra hoy en este librillo. 

     El perlario no es tanto un conjunto de oraciones memorizadas y desconectadas de su fuente como una lectura orada que mana de la misma Biblia.

     El orante de los Fogones de Cristo, pero también todo corazón piadoso, busca escuchar a Dios, hablar con él. Asumiendo que nosotros no sabemos orar (Romanos 8, 26) y que es el Espíritu Santo el que ora por nosotros, encontramos que el punto medio de ese encuentro entre Dios y nosotros es la Palabra, y como la Biblia es verbo del Verbo, más que buscar palabras elocuentes hemos descubierto el mejor modo de orar recitando los pasajes de la Sagrada Escritura, meditándolos, haciendo que la misma Biblia cante una oración con su propia voz.

     Es así que en el perlario bíblico  habla Dios y hablamos nosotros.  Lo escuchamos y nos escucha, la lectura se hace oración y la oración se hace escritura en nuestro corazón y en el de Dios.

     Comenzamos este recorrido de las perlas de la Historia Sagrada por los tradicionales misterios del rosario de otras tradiciones cristianas; pero hemos ido más allá. Por un lado, hemos reescrito dicha oración vocal por una oración escritural: orar con palabras de la Biblia, leyendo la Biblia. Cada oración tiene su referencia bíblica e intenta ser lo más fiel posible a esa escritura, aunque también fiel a la experiencia del Pueblo de Dios hoy, e invita a referenciarse, a acudir a la Biblia como fuente de meditación y oración. 

     Pero este es solo el comienzo de este recorrido, dado que el perlario ha explorado, ha buceado en la escritura para encontrar otros misterios de la intervención de Dios que exceden a las escenas tradicionalmente mencionadas en el rosario. Estos otros misterios del perlario se irán compartiendo en futuras publicaciones aunque ya están con sus derechos reservados esperando a ser incorporados paulatinamente en la catequesis del pueblo de Dios.

     Es por esto que no presentamos oraciones memorizadas sino fragmentos de la Sagrada Escritura que constelan oración con sentido de alabanza, de súplica, de intercesión.

     Habíamos dicho que en el perlario habla Dios, pero también hablamos nosotros. Así, nuestro esfuerzo por autentificar y acercar la Palabra de Dios a los labios orantes nos ha llevado a no solamente indicar el texto bíblico y su referencia a tal o cual traducción de la Biblia sino también a acercarlo al uso de la voz orante que lo enuncia: el fogonero de Cristo. Esta es una oportunidad para situar a este tipo de orante cristiano como un creyente argentino. No es que esta oración sea argentina, pero el registro lingüístico usado es eminentemente rioplatense con sus voseos característicos, un registro lingüístico mucho más cercano a la experiencia de quien ora que consideramos no tiene por qué dirigirse a Dios con un “tú” que marca lejanía en el uso. El creyente debe orar en su propio idioma y registro, por lo que este perlario está primeramente destinado a los cristianos de habla hispana rioplatense. Si cayera en manos de algún hablante del español peninsular o latinoamericano, bien podrá rezarlo con nuestro registro porteño sin menoscabo alguno dada la histórica situación a la inversa.

     Tomamos en esta introducción, como ejemplo, el mismo avemaría en el que tradicionalmente se puso el saludo del imperio romano “ave” en boca del ángel Gabriel; ese saludo encuentra en este perlario una enunciación más cercana, cálida y plena de la acción del Espíritu Santo: “¡Alegrate!”. En la misma línea, la tradición pone en boca del ángel el nombre de la virgen que es María haciéndole decir “Ave, María”. Este vocativo no solo que no es fiel sino que rebaja la obra de Dios, aquel que le dio un nuevo nombre a esta doncella llamada María rebautizándola como “Llena de Gracia”.

     Otro aspecto de este acercamiento es la independización de cualquier traducción académica existente hasta ahora: hemos parafraseado los textos consultando sus fuentes originales y aplicando a la traducción criterios semánticos más cercanos a la comprensión del orante actual y a la visión teológica y doctrinal de esta comunidad. Es por esto que en los textos se pueden encontrar aclaraciones u omisiones necesarias para que el fluir de la lectura orante no sea obstaculizada por la incomprensión que provocan las expresiones originales por desconocimiento de su uso. Además, esta paráfrasis tiene el sentido de la propia fe de nuestra comunidad: los fogones de Cristo bajo el patrocinio de este obispado.

     Sin embargo, no hemos desestimado la riqueza de otras tradiciones cristianas sino que las hemos entretejido a nuestra propia oración como valoración justa y digna a las expresiones del pasado pero con un marcado peso en las expresiones de este presente y de esta mirada bíblica particularmente orante. Las oraciones de otras tradiciones también han sido parafraseadas y se señala en cada una de ellas su origen autoral.

     Para terminar, añadamos algo sobre la espiritualidad que cobija esta lectura orante:

     María es un signo muy presente en nuestros fogones. Si el Espíritu de Dios es el fuego de la zarza, María es la zarza, la primera zarza que arde, que se inflama del Espíritu Santo y lo derrama a todo aquel con quien se encuentra. Como nosotros, ella es peregrina y servidora, madre atenta que medita la Palabra.

     Es por eso que aunque somos una comunidad marcadamente cristocéntrica, somos íntimamente marianos.

      Esperamos que los misterios del perlario, tal como los leemos/oramos/cantamos aquí, nos ayuden a recuperar la santa costumbre de leer la Biblia, de rezar con ella en la mano y de descubrir que los misterios de la vida de Cristo no se terminan en los tradicionales quince o veinte misterios del rosario tradicional sino que, por meditación y vida, por situación en tiempo y espacio, descubramos  los demás misterios de la obra de Dios en la Escritura y en nuestro tiempo. El estómago nos hace orar por comida y el frío por abrigo: que la injusticia, el vacío y el absurdo del mundo nos alienten a encontrar cada vez más misterios de la intervención de Dios en el mundo y de su amor por él.

     En María comienza todo lo nuevo. De nosotros depende lo demás con la ayuda y la gracia de Dios que le es dada a los que adoran en Espíritu y en Verdad, mientras se camina en este desierto, junto a un fogón.

 

+Obispo Pablo Daniel Salinas

Fogones de Cristo

Referencias:



[i] El Gloria Patri es una oración cristiana de carácter trinitario rezada desde los inicios del cristianismo:

 

 Ayois, Nicholas (2007). Gloria Patri: The History and Theology of the Lesser Doxology (en inglés). 129 páginas. París: University of Notre Dame Press. ISBN 978-0-268-02029-3. (Wikipedia)

 

 

[ii] Annawilt. (2020, November 19). Una Breve Historia De La Oración, “Ven, Espíritu Santo” - Vineyard USA. Vineyard USA. https://vineyardusa.org/una-breve-historia-de-la-oracion-ven-espiritu-santo/  

 

[iii] Avemaría - Enciclopedia Católica. (n.d.). https://ec.aciprensa.com/wiki/Avemar%C3%ADa

 

Thurston, Herbert. "Hail Mary." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7, pp. 110-112. New York: Robert Appleton Company, 1910. 23 Aug. 2017 < http://www.newadvent.org/cathen/07110b.htm

 

[iv] Salve. (2024, May 4). Wikipedia, La Enciclopedia Libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Salve

 

[vi] Esta paráfrasis está inspirada en la Catena Legionis de la Legión de María:

-Concilium Legionis Mariae (1997) Manual oficial de la Legión de María,

            Edibesa, Madrid.

 

[vii] Estas letanías fogoneras son patrimonio exclusivo y novedoso de los fogones de Cristo.

 

[viii] Esta oración es una paráfrasis de la oración de la Legión de María adaptada a nuestra propia oración con sustanciales modificaciones:

-Concilium Legionis Mariae (1997) Manual oficial de la Legión de María,

            Edibesa, Madrid.

 

 

 

Salinas, Pablo Daniel

   Perlario bíblico de los fogones de Cristo : misterios de alegría cristiana / Pablo Daniel Salinas ; Adaptado por Pablo Daniel Salinas ; Ilustrado por Pablo Daniel Salinas ; Prólogo de Pablo Daniel Salinas. - 1a ed volumen combinado. - San Miguel : Pablo Daniel Salinas, 2024.

   Libro digital, PDF

 

   Archivo Digital: descarga y online

   Traducción de:  Pablo Daniel Salinas.

   ISBN 978-631-00-4882-6

 

   1. Espiritualidad Cristiana. 2. Adoración. 3. Biblia. I. Título.

   CDD 248.4

 

 Ilustración de tapa: Pablo D. Salinas

Diseño de tapa: Pablo D. Salinas

©2024, Pablo D. Salinas

e-mail: fogondecristo@gmail.com

Edición: Pablo D. Salinas

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra bajo cualquier método, incluidos la reprografía, la fotocopia y el tratamiento digital sin la previa y expresa autorización por escrito de los titulares del copyright.

Esta obra se publicó el 12 de agosto de 2024 en plataforma Drive y Blogger.com


 

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